Wednesday, January 25, 2006

Todos le fallaron



La niña medía 1.15 mts y pesaba alrededor de 16 kg, apenas como una criatura de 4 años a pesar que tenía 7. Los moretones abarrotaban su esmirriado cuerpo, se apreciaban marcas de amarras en las muñecas y los tobillos, y heridas (una de ellas reciente) en la cabeza. Murió a consecuencia de las heridas en la cabeza y por años de continuos maltratos, dictaminaron los especialistas.
Lo que parece la descripción de una víctima de un campo de concentración, o de abuso en un país del tercermundo; ocurrió aquí, en la Gran Manzana, en los EE.UU., en el primer mundo.
La ciudad le falló, dijo compungido, el alcalde de New York, Mike Bloomberg, refiriéndose a la muerte de la niña Nixzmary Brown.
Es de suponer que el lugar más seguro para un niño es el hogar, que los padres deben proteger a sus hijos, que los maestros deben alertar acerca de los abusos. Y si un niño vive en condiciones que pongan en riesgo su bienestar, está la ACS (Administration for Children's Services). Nadie la ayudó.
En mayo del 2005 la ACS realizó una investigación cuando la escuela a la que asistía la niña, reportó que había faltado por semanas. Sin embargo, se cerró el caso, cuando la madre explicó que por estar embarazada, no podía llevar su hija a la escuela.
A las 4.30 am del 11 de enero, Nixzaliz Santiago, madre de la pequeña, llegó a pedir ayuda a unos vecinos del piso superior. Mi hija está muriendo, dijo. Pero cuando llegaron, la niña estaba muy fría, declararon después.
Es que no entiende, declaró el hermano de César Rodríguez, padrastro de Nixzmary y presunto asesino. El periodista replicó ¿y por eso le pegaba? El hombre sacudió la cabeza, de arriba hacia abajo y de un lado a otro, sin atreverse a responder.
Cuando la policía empezó a revelar los detalles de la muerte de la niña, nadie podía entender tanta crueldad. La mantenían encerrada en un cuarto, donde hallaron colchones sucios, un radiador quebrado y la silla a cual era amarrada para ser torturada. No era alimentada, no le permitían ir al baño, en el cuarto había una caja (destinada para que los gatos evacúen) llena de excrementos. En el colmo de las vejaciones, también había sido abusada sexualmente.
La niña no asistió por 45 días a la escuela, la ACS abrió el caso el 1ro de diciembre, pero no realizó investigación alguna (tienen 60 días para hacerlo) y la familia de la madre no tenía contacto con esta desde hace dos años. Además, un adolescente declaró que había visto a la niña con un ojo negro y la barbilla rota. Su barbilla estaba sangrando, dijo. Nadie hizo nada.
Rodríguez, veterano del ejército, de 27 años y desempleado, declaró que la niña era salvaje y que arrojaba los alimentos, razón por la cual la encerraba. Santiago, también de 27, tiene 2 hijos con el acusado y 3 niños más. Ambos enfrentan cargos por asesinato en segundo grado y de ser hallados culpables serían condenados a 25 años o a cadena perpetua.
En la segunda foto: Nixzaliz Santiago y César Rodríguez, el día que fueron acusados,en la Corte Criminal de Brooklyn.

Saturday, January 21, 2006

Un puente sobre el rio Hacksensack

Un accidente sin mayores consecuencias, ocurrió a las 5.14 am del 24 de diciembre. Un camión postal se estrelló contra el brazo de contención del lado sur del puente Lincoln Highway, que une las ciudades de Kearny y Jersey City, New Jersey. Los daños comprometieron las luces intermitentes, las campanas y la barrera de acero. Cuando esto ocurre, la reparación está prevista hacerse dentro de la semana siguiente de ocurrido el hecho.
La noche del 25 de diciembre, los oficiales Robert Nguyen, de 30 y Shawn Carson, de 40, con 6 y 16 años de servicios respectivamente; de la Policía de Jersey City; acudieron a un llamado de ayuda desde la ciudad de Kearny. Llovía y una densa neblina restringía severamente la visibilidad. Ambos estaban en un camión de la Unidad de servicios de Emergencia, que era conducido por el oficial Nguyen. Al llegar al lado sur (que corresponde a la ciudad de Kearny) del puente, ayudaron a colocar las señales y luces para detener el tráfico. De pronto, ambos oficiales subieron al camión y arrancaron, en dirección a Jersey City.
El puente Lincoln Highway construído poco después de la Segunda Guerra Mundial, tiene una estructura (aproximadamente 90 mts.) de suspención vertical, que funciona como un elevador, sostenido por dos torres.
Los demás oficiales intentaron avisarles mediantes señales de linterna y gritos que el puente estaba levantado. El camión avanzó 60 mts. antes de precitarse 15 mts a las heladas aguas del rio Hackensack. Los oficiales apenas si alcanzaron a mirarse sin comprender por qué caían sin remedio.
Al parecer, de acuerdo a las investigaciones previas, los dos oficiales murieron como consecuencia del impacto. El oficial Carson fue rescatado dos horas después y llevado al Hospital Universitario de Newark, donde lo declararon muerto.
El cadáver del oficial Nguyen, fue hallado 4 días después, atrapado en unos pilotes de concreto a 15 mts de profundidad y a 30 mts de donde se hundió el camión.

Datos adicionales
El 10 de enero se dio a conocer que la policía había detenido a Lestor Navarro el 29 de diciembre, por pedir ayuda la noche del accidente aduciendo que había sido asaltado. Después se comprobó que mintió. Esto distrajo a los oficiales y no pudieron evitar el accidente.
Un hecho que llama la atención es que la comunicación radial entre las diferentes unidades policiales se hace también por canales distintos y el operador del puente solo puede comunicarse con la central de policía.
Quince días después del accidente la DOT (Department of Transit), no había concluído con la reparación del sistema de alerta. Para detener el tráfico estaban usando 4 camiones de basura.
La primera foto corresponde al oficial Robert Nguyen y la otra al oficial Shawn Carson.

Saturday, January 14, 2006

Un poco de Valium (A Bronx Tale II)

Lillo Brancato Jr
En 1993 un joven llamado Lillo Brancato Jr., debutaba en una película llamada A Bronx Tale, con Robert De Niro. Nada mal. Doce años después, es detenido y acusado de asesinato en segundo grado. En ese lapso actuó en varias películas, sin mucho suceso, además de algunas participaciones en la serie The Sopranos, de la cadena HBO. ¿Pero como una persona con tan buenos auspicios, terminó tan mal? Este joven que alguna vez fue descrito como "dulce y alegre" y que hacía reir a De Niro, tenía una larga lista de problemas que se iniciaron en la escuela católica de la que fue expulsado.
De origen colombiano, fue adoptado a los 4 meses de nacido, por el matrimonio Brancato. Creció en Yonkers, un suburbio al norte de New York. No se sabe de sus verdaderos padres. Fue descubierto por un caza talentos que buscaba un joven parecido a DeNiro, mientras nadaba en una playa.
En la fría madrugada del 10 de diciembre Brancato y Steve Armento, decidieron ir a robar un poco de Valium, como declararon luego, después de pasar la noche en un club de desnudistas, al 3119 de la calle Arnow, Pelham Bay, Bronx. En la casa vecina vivía el Oficial Daniel Enchautegui.
Mientras el oficial Enchautegui era trasladado de urgencia, los policías capturaron a Brancato, herido con dos impactos de bala, cuando intentaba huir en un auto Dodge, modelo Durango. Armento, quien disparó contra el oficial y llevaba el arma, trató de enfrentarse a los oficiales cuando lo instaron a rendirse, pero se desplomó, luego de avanzar algunos metros. Tenía 6 heridas. Ambos fueron conducidos al Jacobi Medical Center, el mismo lugar donde fue atendido el oficial asesinado.
Armento, de 48 años, es un ladrón, convicto 3 veces, con un largo historial de violencia y abuso de drogas desde 1979, además estuvo vinculado a la Familia Genovese. El y Brancato, se hicieron amigos, cuando este último empezó a salir con su hija, Stefanie Armento. La cual rompió con él, después de 6 meses debido a su adicción a las drogas. Brancato, fue arrestado una vez en junio, por posesión de heroína y otra vez, dos días antes del tiroteo de Pelham Bay, luego que una de las hijas de Armento lo denunciara por acoso. Se le acusó de conducta desordenada.
No sabía que era policía, dijo Armento a los oficiales que lo interrogaron, y que disparó porque creyó que Enchautegui les iba a disparar primero. El 15 de diciembre durante su presentación ante la corte, ambos se declararon inocentes. El no es responsable por las acciones de otro, dijo el abogado de Brancato, quien además negó saber que su acompañante portaba un revólver. Ambos acusados enfrentan la pena de cadena perpetua. Armento fue acusado de asesinato en primer grado y posesión ilegal de un arma de fuego.
Brancato dijo lamentar lo sucedido y que si podía me reuniría con la familia y los miraría a la cara.

Friday, January 13, 2006

Más allá del deber (A Bronx Tale I)

Oficial Daniel Enchautegui
Hace dos años, el oficial Daniel Enchautegui, se mudó a un sótano de la calle Arnow, en Pelham Bay, un vecindario tranquilo, en la parte norte del Bronx, con pequeñas calles y casas de dos pisos, algunas con pórticos y flanqueado por el Boulevard Bruckner al este y la avenida Westchester al oeste. Al decir de su casero, el oficial era un concienzudo y amigable inquilino.
Aproximadamente a las 4.30 am del 10 de diciembre, el ruido de unos cristales rotos, perturbaron el sueño del oficial. Llamó a su casero, Henry Dzieczic, quien vive en el piso superior, para preguntarle si había escuchado algo. Le dijo que no. Entonces se puso una casaca negra, un collar con su placa de policía, cogió su celular y su pistola de 9 mm, que usaba cuando no estaba en servicio.
La madrugada era fría, como es usual en diciembre. Se dirigió a la casa vecina y vio una ventana rota en el sótano. Llamó al 911, informó de un posible robo y pidió refuerzos. Tuvo cuidado en describir como estaba vestido y que portaba su placa sujeta al cuello, con la finalidad de no ser confundido con un sospechoso.
Mientras esperaba, dos sujetos salieron por la parte posterior de la casa. El oficial levantó su arma y se identificó mostrando su placa. Alto, policía, gritó, dos veces. Usualmente las madrugadas invernales son oscuras y los pasajes que separan las casas son oscuros o mal iluminados. Si el oficial Enchautegui, se percató que uno de los sospechosos portaba un arma, no se sabe. Tal vez ya la tenía en la mano y el oficial no la vio. En resumen, no viene al caso especular. Alguien disparó, hiriendo al oficial en el pecho y comprometiendo la aorta. Antes de caer, el oficial Daniel Enchautegui, descargó las 8 balas de su pistola, hiriendo a sus atacantes, 2 veces a uno y 6 al otro.
Cuando los oficiales que respondieron al llamado, arribaron, el oficial yacía boca arriba y agonizaba. Los socorristas intentaron revivirlo, mientras lo trasladaban al Jacobi Medical Center, donde fue declarado muerto a las 6.09 am.
Enchautegui, tenía 28 años, era soltero, norteamericano de padres portorriqueños. Le sobreviven sus padres y una hermana, quien lo llamamaba cariñosamente a big teddy bear. Fue el segundo oficial muerto en cumplimiento del deber en el 2005 y a poco menos de 15 días del primer caso. Aunque no estaba en servicio, actuó más alla del deber al enfrentarse a sus agresores.

Tuesday, January 10, 2006

A un cuarto de pulgada


La fatalidad nos hace invisibles, estas palabras que corresponden a un pasaje de la novela Crónica de una muerte anunciada; no pueden ser aplicadas al caso del Oficial Dillon Stewart. Un chaleco antibalas protege, que una bala impacte por el único lugar descubierto, es creo mala fortuna, fatalidad.
El lunes 28 de noviembre, Dillon Stewart, cumplió con su deber al intentar detener a un auto que se pasó una luz roja en el cruce de las avenidas Flatbush y Church, en el sector East Flatbush de Brooklyn. Eran aproximadamente las 3 a.m., él conducía y estaba acompañado por el oficial Paul Lipka. Dio una vuelta en u, alcanzó al infractor y le ordenó detenerse. El conductor hizo caso omiso.
Cumplió con su deber, colocó su patrulla al lado derecho del auto intervenido y le cerró el paso; cumplió con el reglamento, esa noche al colocarse el chaleco protector. Entonces el sospechoso disparó, cinco veces. Una de las balas pasó debajo del brazo izquierdo, a un cuarto de pulgada de la coraza que lo protegía, hiriendo mortalmente el corazón. Aun así, continuó con la persecusión por 2 cuadras, hasta que el sospechoso se ocultó en un garage. Dillon Stewart bajó y se dió cuenta que estaba herido. Entonces cayó. El oficial fue conducido al Kings County Hospital, donde murió después de 6 horas.
El oficial Stewart, jamaiquino, 35 años, criado en Brooklyn, trabajó en la estación de radio WCNY, antes de unirse a la fuerza policiaca, en el 2000. Era casado, deja dos niñas (de 6 años y 5 meses), y fue; por desgracia; el primer oficial muerto en cumplimiento del deber el 2005.
Allan Cameron, el presunto asesino, natural de Guyana, de 27 años, se entregó sin ofrecer resistencia horas más tarde. Estaba en libertad condicional desde el 2003, por continuas infracciones de tráfico, además de un caso de asalto criminal en la ciudad de Philadelphia. Las razones por qué, ese mismo año, un juez le otorgó la libertad condicional en vez de encarcelarlo como recomendaba un reporte, son desconocidas. El nombre del juez no fue revelado. Cameron, también está involucrado en un tiroteo contra otro oficial, ocurrido el 19 de noviembre del 2005, en Brooklyn.
El día del servicio fúnebre un mar de uniformes azules, aproximadamente 20,000 oficiales, atestaban 15 cuadras alrededor del templo donde este se realizó. Policías de todos los rincones de los EE. UU., Hawaii, Guam, incluso Japón, se hicier0n presentes, para dar el último adiós al oficial caido.
Stewart ingresó a la fuerza de policía, para mantener mejor a su familia. Fue, por circunstancia, no por anhelo y le costó tempranamente la vida. Muchos coinciden en que era un hombre devotamente dedicado a su familia, se mudó de Brooklyn a Elmont, en busca de un lugar más seguro. Cuando compró la casa, trabajó codo a codo con los contratistas en la refacción y hasta aprendió jardinería. Era carácter reservado y muy pocos vecinos sabían que era policía.
Uno de sus compañeros contó una anécdota de cuando Stewart vino a New York, siendo niño. En el primer día en su departamento de Brooklyn pensaba que estaba en una mansión, y no se dio cuenta que había más gente viviendo en el edificio hasta que fue a los pisos de arriba.